La propuesta de la Comisión Europea pasa por ampliar las zonas libres de humo. Así, plantea que se extiendan a lugares donde suelen congregarse niños, como los parques infantiles o piscinas; y también a áreas educativas o sanitarias, así como a edificios públicos, estaciones o paradas de autobús. Igualmente, incluye en sus recomendaciones a los estados miembros, que son los que tienen las competencias en materia de salud pública, la prohibición de fumar en terrazas de bares o restaurantes.
Igualmente, Bruselas apuesta por ampliar las limitaciones a vapeadores y dispositivos para tabaco calentado que en los últimos años se han puesto de moda como alternativas a los cigarrillos convencionales, pero que tienen efectos dañinos para la salud. El gobierno comunitario, de hecho, recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado en contra de esos productos por los problemas respiratorios y cardiovasculares que provocan.
“Cada año en la UE, 700.000 personas pierden la vida a causa del consumo de tabaco, entre las cuales decenas de millas se deben al humo ajeno. En una Unión Europea de la Salud, tenemos el deber de proteger a nuestros ciudadanos, en particular a los niños y los jóvenes, contra la exposición alhumo y las emisiones nocivas”, señala la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides.
Las recomendaciones del gobierno comunitario forman parte del objetivo marcado de lograr que menos del 5% de la población consuma tabaco en 2040. “La Comisión también anima a los Estados miembros a intercambiar buenas prácticas ya reforzar la cooperación internacional para maximizar el impacto de las medidas adoptadas en toda la UE. La Comisión prestará apoyo, en particular mediante una subvención directa de 16 millones de euros del programa EU4Health y 80 millones de euros del programa Horizon, para reforzar el control del tabaco y la nicotina, así como la lucha contra las adicciones”, señala en un comunicado.
La iniciativa de la Comisión Europea, sin embargo, son tan solo unas recomendaciones ya que la política sanitaria es una competencia de los estados miembros. El Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García puso sobre la mesa recientemente una estrategia que va en la línea de lo que ha planteado ahora la Comisión Europea al plantear la equiparación de los vapeadores a los cigarrillos convencionales en la estrategia contra el tabaquismo que la nueva ministra Sacó el cajón al llegar al puesto.