El nuevo contrato de basuras de Pontevedra obligará a identificar todos los colectores y composteros con un sistema de localización por radiofrecuencia para conocer su estado.
Los contenedores de Pontevedra llevarán chip. El nuevo contrato de basuras obligará a identificar todos los colectores y composteros con un sistema de geolocalización por radiofrecuencia. El objetivo de esta iniciativa es conocer el estado de estas unidades y mantenerlas en perfecto estado.
El futuro servicio, que el Concello quiere licitar antes de que acabe el año, supondrá una inversión de más de 256 millones de euros. De esta cuantía, algo más de 3,2 millones de euros se destinarán a la contenerización.
La futura adjudicataria deberá comprar 4.285 unidades, de recogida de biorresidos, de envases, papel y cartón, vidrio, fracción resto y pilas. La fórmula para recoger aceite deberá aportarla la concesionaria, que no se ocupará de los residuos textiles. Su gestión y tratamiento deberá contratarse aparte.
Además de la instalación de esta unidades, que estarán en las zonas de mayor densidad poblacional y en zonas que no impliquen riesgos, el contrato de la basura también hará especial hincapié en la limpieza. Los recipientes deberán reunir unas condiciones de salubridad mínimas. Para ello se plantean lavados mecánicos y manuales, según el modelo.
El lavado, desodorización y desinfección de los contenedores podrá efectuarse con agua caliente o fría. En el caso de la fracción resto, las limpiezas serán cuatro al mes durante los meses de verano (de junio a septiembre) y de dos en invierno (de octubre a mayo).
Los colectores de envases tendrán que lavarse entre 6,5 y siete veces al año; los de papel y cartón durante dos y los contenedores de vidrio deberán higienizarse cuatro veces al año.
Cada vez que se realice una limpieza, esta deberá quedar registrada en el correspondiente chip, que incluirá el tipo de intervención efectuada. De esta manera, los datos se incorporarán a un sistema que velará porque se cumplan estos operativos.
Las rutas
La futura concesión, que durará 20 años, hará un seguimiento a la limpieza y baldeo del entorno de las islas de contenedores y las de los composteros comunitarios instalados en los barrios.
Las rutas de recogida por parte de camiones y otros vehículos se diseñarán también teniendo en cuenta la densidad poblacional de distintos barrios o núcleos, su dispersión, la estación del año y según el nivel de llenado de los contenedores. En esta operación también se incluirán los convenios que el Concello tiene firmados con Ecoembes o Ecovidrio para el reciclaje de envases y vidrio, respectivamente.