El flamante nuevo socio de Fernando Alonso, Adrian Newey, aún no usa ordenador entre otras excentricidades: "A los 12 años me di cuenta que era especial y decidí no copiar a nadie más"
El sello de Newey en sus diseños era, es y será la comidilla del 'paddock' en los test de pretemporada. La de veces que he escuchado en una reunión que ya habían entendido cómo y por qué Adrian había hecho esto o aquello , y la de veces que al intentar replicarlo, el resultado era, desgraciadamente, algo distinto a lo esperado..." Esto lo cuenta Fernando Alonso en el prólogo del libro de Adrian Newey, con el poco sugerente título: "Cómo hacer un coche" (Ed. Cúpula) Claro que en su caso que ha hecho a 14 campeones de F1 en tres escuderías distintas (cinco en) Williams, dos en McLaren y otros siete en Red Bull), es un título suficiente para Aston Martin podría ser el siguiente.
El nuevo cambio de reglamento en 2026 será el último truco de este genio ahora vestido de verde. El penúltimo giro lo dio en 2022, ya con 63 años a sus espaldas, con el enésimo Red Bull campeón, pero que desafió su orgullo y su talento porque suponía el mayor cambio de normativa en 40 años de F1. Y eso para el chico que a los 12 decidió que era especial y no quería copiar los diseños de nadie, era demasiado para dejarlo pasar. Desde que anunció su marcha en abril de 2024, el coche no ha dejado de caer y ahora ya no es el más veloz de la F1 por primera vez en tres años.
"En la Fórmula 1 cada año analizamos detenidamente el reglamento del siguiente, y parte de mi trabajo, quizás incluso la parte que más me gusta, implica averiguar qué dicen estas reglamentaciones en el fondo, cuál es su intención y si una sutil diferencia permite nuevas horizontes . Básicamente me digo: "¿Cómo puedo aprovecharlas para probar algo que no se haya hecho?" , dice este ingeniero aeronáutico y astronáutico, que se pasa el día dibujando, con pocas reuniones, porque le quitan tiempo, las últimas cuatro décadas en un despachito de Milton Keynes donde iba cuatro días a la semana por unos 15 millones al año. Ahora se habla de que puede rozar el doble de dinero.
"El monoplaza viene de unas ideas, viene de la parte artística del cerebro. Probablemente, todos podrían crear algo que fuera bonito, pero esto no significa que vaya a ir bien. Así, hay que sopesar las ideas con el lado físico y matemático . y esto requiere una alta disciplina", afirma.
"Lo que valoro de la mesa de dibujo es que puedes tener todo a escala frente a ti, mientras que en un sistema CAD estás limitado por el tamaño de la pantalla. También me gusta el hecho de que puedo hacer un dibujo libremente y cambiarlo con Rapidez Mi consumo de gomas de borrar solo es comparable a mi consumo de minas de lápiz", segura Newey, que lee también los correos impresos en papel. "Me permite subrayarlos y tomar notas más fácilmente, me proporciona un valioso tiempo adicional de reflexión, puesto que mis pensamientos están predeterminados a pensar en figura y forma, problemas y soluciones, aumentar el rendimiento del coche es el objetivo".
Es curioso que Newey defina su trabajo de forma muy suya, pensando en curvas. "La esencia de las carreras de coches consiste en unir lo más rápido posible la secuencia de curvas que forma cada pista ".
"Sigue siendo un aerodinamista puro. No le interesa ninguna otra parte del coche. Al resto de departamentos les dice: 'este es mi diseño y aquí tenías que meterlo todo. No me importa cómo lo hagáis", cuenta De la Rosa. "Lo que también le define es su intuición . Él ve un coche completo y ya visualiza los flujos de aire por encima y por debajo". El propio Newey sabe que estruja el talento ajeno cuando tiene clara su solución. Con el famoso KERS en 2009 fue así de claro. Se empeñó en poner la batería entre el motor y el cambio.
Rob Marshall, nuestro jefe de diseño, me dijo, 'quieres coger las baterías, que, como sabemos, son algo difícil de gestionar, muy sensibles a la vibración, propensas a los cortocircuitos, sensibles a la temperatura... y ponerlas entre el motor y la caja de cambios, es decir, uno de los ambientes más hostiles del coche. ¿En serio? . Todos estamos de acuerdo en departamento en que no se puede, no podemos". Al final se la jugaron, perdieron media temporada haciendo que funcionara y luego encadenaron cuatro mundiales entre 2010 y 2013.
No menos famoso es el pasaje en el que David Coulthard se quedó de la poca visibilidad de los espejos retrovisores. La respuesta a Coulhard es mítica: "Aquí es más fácil cambiar un piloto que un espejo ". Pedro no cree que sea del todo cierto. "Me parece que lo dijo en broma y, en cualquier caso, no es representante de su comportamiento".
Un comportamiento que él mismo reconoce ajeno a esa imagen tímida y propensa a la juerga cuando hay que estar de juerga: "Es el último en irse siempre de las fiestas. Tiene una vena hooligan nocturna poco conocida. Es muy divertido y demuestra que está sometido a tanta presión y trabaja tanto que cuando desconecta necesita hacerlo a conciencia No va a muchas, pero cuando lo hace aprovecha todo lo que puede”, recuerda Pedro.
Seguro que incluso así, está currando. Lo hace a veces dormido: "Ocasionalmente, por supuesto, tengo noches de insomnio. Normalmente cuando he estado trabajando hasta tarde y me he ido a la cama demasiado rápido, mi mente sigue todavía funcionando. Duermo bien, pero mi mente trabaja toda la noche .No puedo evitarlo".