En octubre se pondrán en marcha los anunciados cambios en los controles de los radares. Muchos conductores se preguntan cuál es la modificación. Encuentran los radares en los mismos lugares de siempre y han aparecido algunos nuevos. Pero esa no es la novedad.
El cambio tiene que ver con la velocidad a la que los radares marcarán infracción a partir de octubre. Los conductores que circulan casi en los límites deben estar especialmente atentos, porque serán los afectados por las nuevas configuraciones.
¿A qué velocidad marcarán los radares infracción a partir de octubre?
Los radares marcan infracción con cierta tolerancia en la velocidad a la que circula el vehículo. Esta tolerancia favorece al conductor y se aplica por el margen de error que los fabricantes estipulan en estas herramientas.
La velocidad a la que saltarán los radares dependerá del límite en la ruta en la que actúen. Hasta ahora la configuración de los radares respondía a la llamada regla del 5 y del 7. ¿Qué indican estos números? Precisamente establecen los márgenes de error que se traducen en la tolerancia para el conductor.
El sistema funciona atendiendo a la velocidad máxima establecida para la ruta. Actualmente, cuando las velocidades máximas son inferiores a los 100 km/h, la tolerancia es de 5 km en radares fijos y 7 km en los móviles.
Si el límite establecido es superior a los 100 km, el radar salta a una velocidad superior en un 5% en los fijos y 7% en los móviles. En un caso es número absoluto, en el otro es porcentaje que se aplica sobre el límite dispuesto en la ruta.
Cambia la regla de tolerancia
En octubre desaparece la regla del 5 y del 7. En su lugar se aplicará la regla del 3 y del 5. El resto de las condiciones se mantienen. Por lo tanto, cuando la velocidad máxima es menor a 100 km se aplica 3 km y 5 km para los radares fijos y móviles respectivamente. Cuando el límite supera los 100 km, los números se consideran porcentajes.
¿Impacta la tolerancia de los radares en el comportamiento de los conductores?
La DGT espera que el cambio en la regla y la reducción de la tolerancia genere comportamientos más responsables. Es sabido que muchos les temen más a las multas que a los accidentes. En este caso, la reducción del margen para que el radar salte podría provocar un efecto positivo.
Sin embargo, el tema no es tan claro y ha surgido el debate. La realidad muestra que ha llevado a comportamientos diversos en los conductores. Por un lado, saber que existe tolerancia puede causar una sensación falsa de seguridad.
Algunos conductores piensan que ese margen es como una autorización para sobrepasar el límite, sobre todo en maniobras de adelantamiento. Y lo hacen. Miran el velocímetro para estar lo más cerca posible del margen de tolerancia. Y ni siquiera pasa por su mente la idea de reducir la velocidad y de ajustarse a la normativa. Para ellos que sea 3 o 5 es indiferente.
Hay un segundo grupo a los que el cambio de la regla no afecta para nada. Son los que se adaptan a la normativa y controlan que su velocidad esté siempre dentro de los límites autorizados.
En realidad, el cambio obedece a las características de los radares modernos y no tiene el objetivo directo de aumentar el rigor. Pero indirectamente, eso es lo que ocurre.
Por lo tanto, hay un efecto de rebote que puede resultar útil para la meta de la DGT. Es una nueva llamada de atención acerca del exceso de velocidad, que es la principal causa de siniestros y muertes en el tráfico.